La volatilidad en economía es considerada como un indicador que tiene como objetivo cuantificar las probabilidades de cambios en los precios de los distintos valores en función de diferentes variables económicas, generalmente, la volatilidad está asociada al riesgo, por ejemplo: riesgo soberano, riesgo de tasa de interés, riesgo cambiario, riesgo político, etc.
Decimos que hay “alta volatilidad” cuando una variable o título muestra variaciones importantes (a la alza o a la baja) en función de las condiciones de los mercados financieros.
Matemáticamente, la volatilidad representa una medida de la frecuencia e intensidad de los cambios del precio de un activo, es decir, la desviación estándar de dicho cambio en un horizonte temporal específico.
El objetivo de la volatilidad se reduce a algo muy específico: cuantificar el riesgo del instrumento financiero.
La volatilidad es negativa cuando nos representa incertidumbre y riesgo y cuando sabemos utilizar la información que nos proporciona, de manera que sabemos cuando comprar y cuando vender.
De acuerdo con las teorías financieras, mayor volatilidad implica mayor riesgo y mayor riesgo implica mayores rendimientos.